Redes
Se podría pensar que las redes sociales son un fenómeno universal (lo cual es cierto, pero no sin grandes matizaciones) y universalizable- lo cual dista aún más de ser enteramente cierto, dado el diversísimo modo de entender y usar las redes sociales en distintos lugares del planeta; todo el mundo escribe posts, comparte selfies, memes, videos (propios o prestados), pero no todo el mundo lo hace con el mismo propósito ni de la misma manera: las reglas del juego son distintas.
Por ejemplo, en cierto contexto, facebook es utilizado principalmente como plataforma para impulsar el encuentro social FUERA de facebook (vía convocatorias para eventos en lugares físicos), mientras que en otro contexto, el encuentro social ocurre EN facebook (vía comentarios, por ejemplo.)
En algunos lugares, las redes sociales son el único vehículo para la individuación (frente a la colectividad imperante en la vida real), como en algunas ciudades de la China industrial. En otros lugares, más allá de la individuación, las redes sociales son para las mujeres la única escapatoria al mundo exterior, así las plataformas sociales en sus teléfonos son el único lugar donde pueden socializar, lejos de los afilados ojos de sus padres, vecinos, maridos o meros transeúntes.
Huelga decir que nuestra nacionalidad (más bien el contexto en el que nos movemos) no es el único factor que influye en nuestro comportamiento virtual; es evidente que esta es sólo una de las capas que lo afectan. Además, con seguridad, nadie les da un uso único, sino que las usa para acudir a eventos, compartir opiniones políticas, difundir cultura, recuperar amigos, hacer amigos...
Lo que ocurre es que determinados contextos presentan unas características generales comunes, que tienen su origen en unas condiciones particulares.
Posts
Quizá la variedad de los usos individuales de las redes sociales haga que las fronteras de la diversidad sean más difusas que el contenido y las formas de los posts, que están sujetos a la diferencia intercultural de una forma más acentuada.
Así por ejemplo, una mirada a los grupos de españoles/americanos/daneses/marcianos en Mongolia/Albacete/67P/Churiumov-Guerasimenko nos ofrecerán un cuadro bien distinto: en cuanto a cómo se entienden, de forma general, las relaciones (si de una forma más instrumental o más acorde con el imperativo categórico) o cuáles son las reglas con respecto a lo que uno puede mostrar de sí mismo. Por ejemplo, del cuerpo, un cuerpo que es alterado e interpretado culturalmente; las reglas de facebook están delimitadas por unas vallas norteamericanas (para algo son sus dueños, dirán), pero hasta estas son retadas por los usuarios y en algunos casos más (aún) que en otros, esas protestas contra las leyes de Mark Z. son claramente trazables buceando escasamente en alguna que otra cultura.
Es evidente que lo susceptible de ser expuesto (y, por ende, lo obsceno) no se limita al cuerpo, sino también a las opiniones, la demostración de nuestro estatus (sea de la clase que sea: emocional, social, económico, intelectual...), etc.
Por ejemplo, la forma de compartir opiniones políticas no depende únicamente de la legislación vigente de cada país (aunque obviamente, esto es el marco del que se parte): sino de las leyes no escritas sobre quién puede y cómo (si a través de artículos o memes creados por otros, o a través de propias frases o comentarios).
Amigos
O el significado de los mismos en las redes sociales. Qué significa un amigo - o qué quiere decir que te envíe una solicitud de amistad en la red social- puede tener también muchas lecturas, tantas como terrícolas pueblan el planeta, pero sin duda alguna, el sentir general de la amistad o cómo se entienden las relaciones en el mundo real se refleja en la amistad en las redes sociales, quizá con alguna que otra curvatura (porque la vida en el mundo virtual no es un calco de la vida en el mundo físico): cuándo y a quién es apropiado enviarle una solicitud; qué significan los likes: que son, en realidad, una versión sofisticada del despioje de los primates no humanos. Un like puede ser una confirmación de afinidad intelectual, política, literaria, musical, cinematográfica o emocional (obviamente), pero también puede ser una declaración de amistad, cuando no de amor: una forma de construir relaciones, adhesiones grupales. Porque al fin y al cabo, por algo se llaman redes sociales: albergan dinámicas reticulares agigantadas. Y hermosas. Para qué negarlo.
